Nueva estrategia considera golpear simultáneamente al narcotráfico y al terrorismo

La estrategia más efectiva para cortar el flujo de la droga que sale del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), considerado el principal centro de producción mundial de cocaína, es enfilar operaciones sistemáticas contra las organizaciones criminales dedicadas al terrorismo y al narcotráfico, simultáneamente, de acuerdo con la apreciación del titular de la Dirección Antidrogas (Dirandro), general PNP Héctor Loayza Arrieta.
Según las cifras que maneja la Policía Antidrogas, la producción anual de cocaína se estima en 320 toneladas. De ese total, alrededor del 70 por ciento se produce en laboratorios del Vraem.
Hasta los años 90, la mayor parte de la droga se destinaba a mercados de los Estados Unidos, pero ahora ha cambiado radicalmente el flujo exportador. El 80 por ciento de la cocaína se dirige a Europa y solo el 10 por ciento a los Estados Unidos. ¿El motivo? Los europeos pagan mucho más por los estupefacientes. El resto de la producción se destina a África Central y Sudáfrica.
Esta preferencia por los mercados europeos explica por qué las mafias de narcotraficantes han comenzado a especializarse en el envío de droga infiltrada en los contenedores que son transportados por los navíos que recalan en el puerto del Callao. A mayor exportación en escala de clorhidrato de cocaína a Europa, los ingresos son superiores.
Superar la valla
De acuerdo con fuentes del Ejecutivo y de la Dirandro, una pieza clave en la nueva estrategia contra el terrorismo y el narcotráfico que se comenzaría a aplicar en agosto próximo sería aumentar considerablemente las operaciones de inteligencia y de interdicción.
Las cifras de incautación son francamente pobres.
De la totalidad estimada de producción anual de 320 toneladas de cocaína, en el 2015 se registró un récord: se decomisaron 35 toneladas, lo que significa el 10,9 por ciento de la totalidad. Es decir, el 90 por ciento de la droga consiguió exportarse.
El desafío del Ejecutivo es subir considerablemente el nivel de la incautación de droga a gran escala y habrá un programa especial para el puerto del Callao.
Sin embargo, el gobierno sabe perfectamente que hay otros tres frentes que debe combatir para dañar con severidad al narcotráfico: los cultivos de hoja de coca, el tráfico de insumos químicos y el lavado de activos.
El 20 de febrero de este año, el Ejecutivo aprobó el plan de reducción de los cultivos de hoja de coca a un promedio de 25 mil hectáreas por año, entre el 2017 y el 2021. El Ejecutivo no ha precisado si dentro de este plan incluirá al Vraem, el santuario de los sembríos ilegales de hoja de coca.
Hasta el 2016, las principales erradicaciones se produjeron en Pasco (5 mil 189 hectáreas), Ucayali (4 mil 556 hectáreas) y Puno (2 mil 643 hectáreas). En las cifras oficiales no se indica que se produjeron erradicaciones en el Vraem.
“En el Vraem, estamos trabajando intensamente. Este año hemos tenido tres enfrentamientos debido a que nuestro equipo de inteligencia está dando duros golpes al narcotráfico, por eso es que reaccionan con más ataques”, explicó el jefe de la Dirandro, general PNP Héctor Loayza.
Barrer a los clanes
“Hay que mencionar que la zona sigue convulsionada por la violencia que ejercen los rezagos del terrorismo y eso es un punto que hay que atacar al mismo tiempo que al narcotráfico para pacificar la zona y que cambie el eje económico con nuevos cultivos alternativos”, precisó.
La Dirandro específicamente está atacando a los clanes familiares que operan en el Vraem. El enfrentamiento que se registró ayer viernes en Llochegua (provincia de Huanta, Ayacucho) fue una represalia de los narcos por la importante detención de Alí Cueva Rojas, capo de la organización de narcotraficantes conocida como “Grifa”.
La banda opera en la zona de Llochegua.
“El anillo de la producción, como lo llamamos, abarca los distritos de Llochegua, Sivia, Santa Rosa, donde más del 45 por ciento de la producción de la cocaína sale del Vraem”, afirmó el general Loayza.
Cifras oficiales indican que en el 2012 fueron desarticuladas 35 organizaciones del narcotráfico, en el 2014 fueron 39 y a julio del 2017 han sido 53 mafias.
“Cada vez son más las organizaciones criminales del narcotráfico a las que desarticulamos, pero todavía falta un mayor esfuerzo para superar la valla”, expresó el jefe de la Dirandro.
La clave también está en aumentar los recursos, que han sufrido una disminución por decisión de los Estados Unidos, uno de los principales aliados del Perú en la guerra contra el narcotráfico. Desde que se puso en vigencia la Ley de Control, Vigilancia y Defensa del Espacio Aéreo Nacional, promulgada el 26 de agosto del 2015, que autoriza a la Fuerza Aérea del Perú derribar cualquier aeronave sospechosa de transportar droga, el gobierno norteamericano decidió suspender algunas contribuciones. ¿La razón? La
Casa Blanca considera ilegal la interdicción con fuego aéreo de aparatos de uso civil. El Ejecutivo deberá demandar a los países europeos –adonde se dirige la mayor parte de la droga– aumentar los fondos antinarcóticos.
El plan del Ejecutivo de erradicación de cultivos de hoja de coca en el 2017 no incluye al Vraem, el principal centro de producción.Por estar en desacuerdo con la interdicción aérea, Estados Unidos ha reducido el flujo de fondos para la lucha contra el narcotráfico.
El “zar” que nombrará el Ejecutivo será antinarcoterrorista
Fuentes del Ejecutivo precisaron que el nombramiento de un “zar” será para enfrentar al narcotráfico y al terrorismo, para las dos manifestaciones de un mismo problema de seguridad.
El ex titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) Alberto Otárola criticó la política antidroga del gobierno por la ausencia de resultados concretos.
“Debo expresar mi preocupación y consternación por la manera como se ha enfocado la lucha contra el narcotráfico. Se ha detenido una serie de políticas que se han dejado encaminadas en el gobierno anterior”, señaló Otárola.
“Tengo cifras que muestran que la erradicación de cultivos de hoja de coca está casi paralizada. Según el Ministerio del Interior, al 11 de julio de este año se han erradicado 8 mil 858 hectáreas de hoja de coca, cuando a julio del año pasado en nuestra gestión habíamos erradicado más de 14 mil hectáreas, con contabilidad del propio Estado, de CORAH y de Devida. Esto significa que está creciendo la superficie de coca en el país”, añadió.
“En el gobierno de Humala se dejó al país con 40.300 hectáreas de coca, según lo dice la medición de las Naciones Unidas”, apuntó el ex jefe de Devida.